El cuarto año – Un paisaje que revienta

Ayer, 18 de Agosto, se cumplieron 4 años de la existencia de Filmigrana, la página, y resulta difícil hacer un sumario de lo transcurrido desde la última publicación semejante a esta. Intentaré ser conciso.

Hace un año, yo regresaba de un largo viaje para encontrarme con que algo había cambiado en el panorama cinematográfico nacional. No había nada concreto para ese entonces, pero se sentía un cierto entusiasmo en el aire, había mucha gente con ganas de hacer cosas, de producir contenidos; todo esto muy fácil de decir con la gracia que me otorga la retrospectiva (que es 20/20, recordémoslo bien), pero entre esos proyectos nacientes, uno llamó mi atención de forma particular, y lo mencionaré brevemente. Para alturas de Agosto-Septiembre del año pasado, nacía una productora muy afín a los intereses de Filmigrana.

Los redactores de este sitio tuvimos la oportunidad de ver las primeras ecografías, asistiendo a algunos de los trabajos realizados por esta nueva y misteriosa asociación de personas, que si bien no cuenta con un enorme equipo de trabajo o una infraestructura que haga sonreír a Simón Brand, tienen candor e ingenio, y sobre todo, deseos de trabajar en equipo, algo que rara vez se ve en la comunidad de realizadores a la que tengo que atenerme casi que a diario: un excelso festival de puñaladas en la espalda.

Así pues, notando que éramos una relación creada en el paraíso, esa misteriosa productora y esta (rara vez) humilde página unimos nuestros esfuerzos para crear una nueva y más poderosa Filmigrana. Nos adoptamos mutuamente.

Filmigrana, el sitio de críticas, se beneficiaría enormemente con la creación constante de audiovisual local, teniendo referentes inmediatos a los que nos podamos remitir, así como también generando experiencia práctica, la cual ayuda en la labor crítica y ofrece nuevas dimensiones para analizar el trabajo de un realizador. La productora, a su vez, podría servirse de nuestra mirada crítica, dirigida tanto hacia su trabajo como a la reflexión de obras externas, producidas dentro y fuera de este país, para apoyar a la diversidad de su trabajo futuro. Es un beneficio mutuo y sus frutos se verán a lo largo del tiempo.

¡Y a buena hora sucedió todo esto! Gracias al inicio de esa relación cooperativa, fue posible re-diseñar la página, obtener un logotipo nuevo y algunas campanas y pitos que verán por ahí, en la medida que quieran extraviarse nuestros estimados lectores. Eso sí, ha sido un proceso arduo, en la medida que es menester extraer tiempo libre (cada día más escaso) para adelantar el renacimiento de este sitio, e inicialmente no se obtiene mucho a cambio, siquiera retroalimentación.

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Mientras escribo esto, hay otro fenómeno teniendo lugar, cada vez con mayor intensidad: se están produciendo muchas más revistas de cine a nivel nacional. No voy a mencionar concretamente cuáles, porque iría en detrimento de nosotros mismos; algunas de ellas tienen abogados, editores contratados, esos falibles y cada vez más necesarios community managers, ¡E incluso salarios! Por lo que producen contenido con una presentación y un ritmo mayor. A pesar de que posiblemente no podamos ‘competir’ en términos semejantes, eso no nos quita la posibilidad de seguir haciendo lo que más nos gusta, y el motivo por el cual este proyecto sigue en pie. En esencia también es una buena noticia, o cuando menos, un indicador de la salud que se vive en la (llamémosla) escena cultural local. Todo esto va acompañado de mayores y mejores posibilidades para la producción de contenido audiovisual, con cada vez más gente aventurándose a escribir y realizar largometrajes por su cuenta, la creciente oferta de cámaras de formato 2.5k y superiores y un ávido deseo por participar y darse a conocer en festivales; caso puntual: Leidi, de Simón Mesa Soto, ganadora a mejor cortometraje en Cannes en su edición del 2014. Nos reservamos por lo pronto la opinión acerca de este trabajo, pero debe decirse que toda esta explosión de contenidos ayudaría a la creación de nuevos discursos y perspectivas.

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Así, el nuevo año que se acerca trae consigo toda una serie de desafíos que deben ser superados de alguna u otra forma. Semejante a una relación sentimental entre dos seres humanos, la existencia de esta productora con la que nos hemos aliado implica que ya no podemos pasar las noches en vela, acostados en la sala en ropa interior y comiendo cereal a las 3:00 am mientras se descarga algún tipo de pornografía de Europa del Este. Ahora hay citas, compromisos y ropa presentable para salir a comer y bailar. Eso siempre ha existido, pero los motivos actualmente son mucho más fuertes, y sólo el tiempo nos dirá si esta página puede cumplir las expectativas de esa unión.

No quisiera adelantar mucho más de lo que se viene, porque por lo general no se termina haciendo (el ‘jinx’, que llaman) y sería mejor que nuestros escasos pero habituales lectores se dieran cuenta por sí mismos. Algunas cosas son autoevidentes, el gato y el cuervo, siempre observantes a desbaratar y maldecir todo lo que se les cruzara al frente, han recibido nuevos miembros en su comunidad, a quienes conocerán en su debido momento. Más allá de eso, preferimos permanecer en el relativo misterio del trabajo.

Así pues, esta nueva y enorme familia que se crea de repente será, posiblemente, la puerta para un futuro brillante y distinto en este sitio. Gracias a todos (contados con los dedos de las manos y los pies), los que nos han acompañado hasta ahora, y que ojalá sigan haciéndolo en los años que vendrán.

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