Ya llevamos casi un buen mes tras no publicar artículos de aguda prosa y remarcables referencias a una miríada de películas. No obstante, más allá de parecer el abandono de una niña de 5 años en su primera noche de Halloween en el barrio, este tiempo ha propiciado el re-planteamiento y mejoría de muchas de las cosas que nos gustan de Filmigrana a las pocas personas que disfrutamos de este espacio.
Por lo tanto, tras numerosos viajes en el tiempo, entierros de mascotas y flirteos con nuestras empleadas inmigrantes, hemos retornado a nuestras andanzas, con el fin de ofrecerles una vez más el tejido argénteo de las imágenes en movimiento.
Los lectores más agudos reconocerán que en esta entrada se comentó algo al respecto de un cortometraje realizado por sus entrañables escritores, y se preguntarán ahora mismo, ¿Qué sucedió con aquel? Más paciencia, les sigue pidiendo Robert Mitchum, ya que los resultados del material han sido satisfactorios y muy pronto podrán visionarlo en su pantalla más cercana (al menos, algunas de las provocativas capturas de pantalla que tomaremos de él).
Pierdan cuidado, y vuelvan a enredarse en estos bellos hilos. Por cierto, no olviden visitar la página de enlaces, siempre ofreciendo sitios de su interés que ojalá se encuentren ya entre sus bookmarks.