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Sean Connery es Fray Guillermo de Baskerville: una aproximación al estudio de la Lógica desde el Cine

“Mi maestro confiaba plenamente en Aristóteles, en los filósofos griegos y en las facultades de su propia lógica e inteligencia.” 

Adso de Melk

“Mi querido Adso, no debemos dejarnos influenciar por rumores irracionales sobre el anticristo. Más bien ejercitemos nuestros cerebros y tratemos de resolver este tentador enigma.”

Fray Guillermo de Baskerville

El propósito de este texto es examinar y exponer los principios lógicos de los que se vale para su investigación el gran Fray Guillermo de Baskerville, personaje principal de la novela de Umberto Eco El Nombre de la Rosa. He optado por analizar el proceder de este proto-Sherlock Holmes (primero al menos en la diégesis) no desde la novela, sino desde su adaptación cinematográfica de 1986 dirigida por Jean-Jacques Annaud, la cual presenta los acontecimientos de manera más sintética y expone los principios lógicos de mayor relevancia para el presente texto. Estos principios van desde el modelo clásico de inferencia al empleo de las categorías  aristotélicas, el empleo de la lógica en la argumentación, la influencia de la Navaja de Ockham o el uso del modelo de inferencia trivalente propuesto por Charles Sanders Peirce; la deducción, inducción y abducción como herramientas imprescindibles para el proceder del investigador.

La trama de la película gira en torno a una serie de misteriosos asesinatos cometidos en una abadía de la orden Benedictina a mediados del siglo XIV. Las muertes son atribuidas a al mismo demonio, razón por la que entre la comunidad de monjes reina el miedo y la confusión. En medio de estos sucesos llegan al lugar dos monjes de la orden franciscana: el joven Adso de Melk (Christian Slater) acompañado de su maestro y mentor, el fraile Guillermo de Baskerville (Sean Connery). A este último su reputación lo precede debido a su pasado como inquisidor de la iglesia, pero sobre todo por su inteligencia y grandes dotes de investigador, motivos suficientes para que el Abad le encomiende a Guillermo llegar al fondo del todo el asunto.

El elemento lógico en la metodología de investigación que usa Baskerville, se presenta como un aspecto imprescindible para que se cierre el caso pero antes de entrar en detalles acerca de la indagación en sí, quiero resaltar como en la narración se cumple con al menos dos de las tres concepciones sobre la lógica que propone el filósofo polaco Jósef María Bochenski: la primera es el estudio de la lógica como Paidagogos[1] o educador, aspecto que se enfatiza en la relación Alumno – Maestro que sostienen Adso y Guillermo, pues a lo largo de la obra el fraile intenta inculcar en su discípulo un modelo de pensamiento que sea consecuente con los principios fundamentales de la lógica y, de esta manera, guiar con una serie de pautas que contribuyan a la formación intelectual del pupilo. La segunda instancia es la de concebir esta disciplina como un Órganon[2]. Ésta es la concepción de la lógica aristotélica por excelencia. Acá la lógica ostenta un carácter metodológico o de procedimiento instrumental que provee al individuo de herramientas conceptuales que lo ayudan a conducir sus investigaciones de forma adecuada y gracias a esta vía, el Fraile y su discípulo logran resolver el misterio de los asesinatos en la abadía.

Debido a esta metodología lógica, no resulta extraño que el personaje de Guillermo de Baskerville tenga grandes similitudes con el arquetipo del detective por antonomasia, Sherlock Holmes. Ambos utilizan en su proceder un método de inferencia que integra los tres tipos canónicos de razonamiento a saber: la deducción, la inducción y la abducción (esta última también conocida como retroducción, inferencia hipotética, presunción o argumento original). Aunque las bases de esta trivalencia ya estaban implícitas en el modelo de silogismo Aristotélico, fue el filósofo americano Charles Sanders Peirce quien formalizo la teoría (sobre todo con respecto al paso de inferencia por abducción). En palabras de Peirce: “A retroductive conclusión is only justified by its explaining an observed fact. An explanation is a syllogism of which the major premise, or rule, is a known law or rule of nature or other general truth; the minor premise or case is the hypothesis or retroductive conclusion, and the conclusion or result is the observed (or otherwise established fact).”[3]

El proceso de inferencia por abducción parte de un hecho observable (resultado o premisa menor) en relación con una regla (premisa mayor) para llegar a establecer un caso particular (premisa media) y por ello, el paso de observación es una instancia clave para el oficio del investigador o detective, basta recordar cuando el mismo Holmes le comenta a Watson: “You know my method. it is founded upon the observation of trifles.[4] O aquel axioma escolástico: “Nihil est in intellectu quod non priut fuerit in sensu.”[5] La observación se presenta así como un paso fundamental para formular una hipótesis por vía abductiva – explicativa, (de ahí que el primero plano de los ojos de Sean Connery mientras examina el entorno sea un elemento recurrente a lo largo de la cinta). Hay una escena de la película en donde se expone éste razonamiento de forma clara; tras una visita a la cámara de los escribanos, Guillermo de Baskerville y su discípulo sostienen la siguiente conversación:

GUILLERMO: Bien Adso, ¿qué conclusión sacas de esta visita?

ADSO: Que no debemos reírnos allí dentro.

GUILLERMO: ¿Pero te has dado cuenta que pocos libros había los estantes?

(Adso mira a en silencio a su maestro)

GUILLERMOTodos esos escribanos, copistas, traductores, investigadores, pensadores… bueno, ¿Dónde están los libros que necesitan para su trabajo? ¿Y por lo cual es tan reconocida esta abadía?… ¿Dónde están los libros?

ADSO¿Me pone a prueba maestro?

GUILLERMO¿Qué quieres decir?

ADSOBueno con todo respeto… Parece que cada vez que me hace una pregunta, usted ya tiene la respuesta.

(Guillermo ríe)

ADSO¿ Sabe donde están los libros?

GUILLERMONo… pero apuesto mi fe a que esa torre contiene algo más que aire.

(Guillermo señala una estructura que se eleva encima de la cámara)

La abducción realizada por el personaje de Guillermo se puede formular así:

  1. Resultado (observación):                    —> Hay una ausencia de libros en el centro de estudio.
  2. Regla:                                                    —> Todos los centros de estudio necesitan de libros.
  3. Caso (resultado de la abducción):      —> A: Este no es un centro de estudio

Al especular sobre el caso surgen diferentes alternativas a A. B consistiría en reformular la regla por una que sea compatible con la observación: algunos centros de estudios no necesitan de libros. C postularía un nuevo caso: los libros están en otro lado. Al tomar la noción de Pierce sobre la abducción como Inferencia hacia la mejor explicación posible, así como su consejo sobre seleccionar la mejor Hipótesis (“The best hypothesis is the one that is the simplest and most natural[6]), Guillermo hace una inferencia abductiva y entre las múltiples opciones que surgen (A, B, C) opta por suponer que los libros ausentes están almacenados en la torre. Éste olfato para elegir la mejor hipótesis es lo que hace que el método de detección de un buen detective sea exitoso y en parte hace que tanto Baskerville como Holmes se destaquen en su oficio. Acá también se evidencia una relación existente entre la tesis de la mejor Hipótesis de Pierce y la del principio metodológico postulado por Guillermo de Ockham conocido como “la Navaja de Ockham”, el cual sostiene que la explicación a cualquier fenómeno suele ser la mas sencilla, simple y natural posible (en éste caso, los libros de la cámara de escribanos simplemente están en la torre). La afinidad de Umberto Eco por el filósofo medieval lo inspiró en la creación del protagonista de “El Nombre de la Rosa”, quien toma su nombre en referencia a fraile Guillermo de Ockham (junto a sus hábitos francisanos) mientras que su apellido es una alusión a la novela de Sherlock Holmes “El Sabueso de los Baskerville”. Por otro lado, los pensamientos de C.S. Pierce fueron de gran influencia para que Arthur Conan Doyle creara al famoso detective Holmes.

En cuanto a la inferencia por vía deductiva o inductiva, ambas formas se ven ejemplificadas en el momento de la muerte y autopsia del asistente bibliotecario de la abadía, Berengar. La deducción consiste en que a partir de una regla o premisa mayor y de un caso o premisa media, se establece un resultado o premisa menor. En este caso el cadáver de Berengar es encontrado en una alberca con hojas de lima y por regla, Guillermo sostiene que los baños con hojas de lima se usan siempre para aliviar el dolor. Este dato le es suficiente a Baskerville para deducir que a Berengar lo aquejaba un dolor intenso en el momento de su muerte. La inducción funciona de forma inversa; a partir del caso y del resultado, se pretende llegar a la regla. Esto solo puede ser establecido a partir del habito, la repetición o la experiencia, entonces: si hasta el momento todas las víctimas han sido monjes alfabetizados y todos los cadáveres presentan la misma mancha negra en el dedo indicie y la punta de la lengua, Baskerville induce que las siguientes victimas por serán monjes alfabetizados y sus cadáveres presentaran las mismas manchas negra en el dedo índice y la punta de la lengua, inducción que posteriormente resulta acertada.

Las referencias a la obra aristotélica no se reducen solo a los modelos de inferencia del estagirita, pues en un punto de la película se hace alusión implícita a las categorías, puntualmente al capítulo V del libro I de los tópicos, donde Aristóteles expone la propiedad siguiente: “Propio es lo que no indica el qué es ser, pero se da solo en tal objeto y puede intercambiarse con él en la predicación. Es propio del hombre el ser capaz de leer y escribir: pues, si es hombre, es capaz de leer y escribir, y, si es capaz de leer y escribir, es hombre.”[7]

La alusión a las categorías se manifiesta en la siguiente escena:

INT. BIBLIOTECA. DÍA

Un ratón que pasa por la biblioteca hace que Berengar empiece a gritar de forma histérica y afeminada, causando que muchos monjes se rían de la situación. Un bastón golpea de forma estruendosa una vasija rompiéndola y a su vez interrumpiendo las risas de los sacerdotes; se trata de Jorge de Burgos que entra disgustado al recinto.

JORGE DE BURGOS: (gritando¡Un monje no debe reír! ¡Solo los tontos se ríen! 

(Baja la voz para dirigirse a Guillermo de Baskerville) 

JORGE DE BURGOS: Espero no haberlo ofendido hermano Guillermo, pero oí personas riéndose de cosas risibles… Aunque ustedes los Franciscanos son una orden donde la alegría se contempla con indulgencia.

GUILLERMOSí, Es cierto, San Francisco tenía mucha tendencia a la risa.

JORGE DE BURGOS: La risa es un viento diabólico que deforma los rasgos de la cara y hace que los hombres se vean como monos.

GUILLERMO: Los monos no se ríen… La risa es un atributo propio del hombre.

En este fragmento Baskerville ilustra uno de los ejemplos medievales por excelencia concerniente a la categoría aristotélica de la propiedad, “La risa es propia del hombre” puesto que el ser humano es el único animal que ríe, más la risa no lo define como ser humano. Cabe anotar que acá no solo está exponiendo el ejemplo categórico de la propiedad, pues a su vez está utilizando el ejemplo como un tipo de argumento que resalta las coyunturas de la tesis que plantea Jorge sobre la naturaleza de la risa. De esta forma, el fragmento anterior también da testimonio sobre como Guillermo no solo posee una gran aptitud para el esquema de razonamiento por inferencia, sino también es versado en el arte de la argumentación lógica.

En favor de la brevedad, se quedan por fuera muchos elementos importantes que se relacionan con el estudio de la lógica y que están presentes a lo largo de la película: temas como el análisis semiótico que realiza reiteradamente Baskerville a la hora de interpretar los manuscritos e inscripciones en los muros de la abadía, el análisis de propiedades como la identidad numérica que surge al traducir un manuscrito de una lengua a otra, manifestaciones del aspecto semántico-indicativo como cuando Guillermo y Adso examinan las huellas dejadas por el sospechoso en la nieve y muchos otros ejemplos de deducción – inducción – abducción presentes a lo largo de la cinta. Aunque estos asuntos excluidos tienen una importancia semejante a los que fueron examinados, confío que con expuestos basten para que el lector conozca la pertinencia del estudio de la lógica, no examinada exclusivamente desde textos académicos, sino también desde universos literarios y cinematográficos, y que de esta forma se germine un atisbo de interés por alguno de los temas o personajes mencionados.

BIBLIOGRAFÍA

  • Bochenski, Józef Maria; Wolenski, Jan (Ed.). What Has Logic Given to Philosophy? en Philosophical Logic in Poland. Kluwer Academic Publishers, 1994
  • Sebeok, Thomas & Eco, Umberto (Eds.). The Sign of ThreeDupin, Holmes, Peirce. Indiana University Press, 1988
  • Aristóteles. Analíticos Primeros en Tratados de Lógica Vol.I (Órganon). Gredos, 1988

[1] Bochenski en Philosophical Logic in Poland, Volumen 228 de la serie Synthese Library. What Has Logic Given to Philosophy?, P. 10.

[2] Eco, Umberto en The Sign of Three: Dupin, Holmes, Peirce, Bloomington, en History Workshop, P. 181

[3] Ibid.

[4] Conan Doyle, Arthur en The Adventures of Sherlock Holmes. Adventure IV, The Boscombe Valley Mystery, P. 65.

[5] Aquino, Tomás en Quaestiones disputatae de veritate, 2 a 3, Arg. 19. En lengua vulgar: “Nada hay en la mente que previamente no estuviera en los sentidos.” (N. del E.)

[6] Eco en The Sign of Three: Dupin, Holmes, Peirce, P. 22.

[7] Aristóteles en Tratados De Lógica Vol. I (Órganon), P. 102.